El estatuto del becario sigue sin fecha ni rumbo

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presentó en 2023 el Estatuto del Becario, un texto firmado junto a los principales sindicatos para poner límites a los abusos en las prácticas no remuneradas.
¿Qué ha pasado desde entonces? Dos años después, el documento ni siquiera ha pasado por el Consejo de Ministros.
- La parte socialista del Gobierno lo rechazó desde el inicio alegando que estaba “verde” y requería más “trabajo técnico”.
- A día de hoy, es la única norma pactada por Trabajo y sindicatos que no ha llegado ni siquiera al Parlamento.
- Mientras tanto, más de un millón de estudiantes en España siguen a merced de un sistema que, en demasiados casos, los precariza.
¿Qué denuncian los jóvenes? Las experiencias recopiladas muestran varios patrones:
- Falta de remuneración: muchos estudiantes trabajan gratis o por cantidades simbólicas (50-300 euros).
- Extralimitación en las tareas: funciones similares a las de empleados, pero sin contrato ni sueldo.
- Horarios abusivos y desorganización: turnos no pactados, avisos de última hora, dificultades para compaginar con los estudios.
- Precariedad emocional y económica: sensación de explotación, ansiedad y falta de motivación.
¿Qué piden los estudiantes? Que se regule ya. Quieren prácticas con sentido formativo, condiciones dignas, retribución o, al menos, compensación de gastos y que las instituciones se tomen en serio su papel.
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