España vuelve a superar los 1,6 millones de funcionarios una década después

El número de funcionarios de carrera que trabajan en España, con una plaza fija en propiedad al haberla obtenido tras aprobar una oposición, se situó el pasado mes de enero en 1.634.510, según el último Boletín estadístico de personal al servicio de las istraciones públicas. Las cifras oficiales, que semestralmente actualiza este la Secretaría de Estado de Función Pública, suponen que España ha vuelto a rebasar la barrera de los 1,6 millones de funcionarios por primera vez en diez años. La última vez que sucedió esto fue en 2014, cuando el colectivo empezó a reducirse por las bajas de los funcionarios que se jubilaban y los límites presupuestarios para reponer dichas bajas, derivados de las medidas de austeridad impuestas durante la Gran Recesión.

El resto del colectivo de empleados públicos, hasta sumar en enero de 2025 un total de 3.037.432 —superando los tres millones por segundo semestre consecutivo, lo que nunca había pasado— está formado por 610.426 trabajadores con la categoría de personal laboral (10.161 menos que un año antes) y otros 792.496 denominados otro personal. Este epígrafe, que se redujo 33.179 empleados en un año, aglutina sobre todo a trabajadores temporales del sector público como interinos; personal en formación o en prácticas; o eventuales, donde se incluyen asesores y cargos de confianza, entre otros).

El aumento de los funcionarios de carrera frente al resto de empleados públicos obedece, en parte, a las dos últimas ofertas de empleo público de la istración General del Estado. Estas batieron récords en el entorno de las 40.000 plazas ofertadas tanto en 2023 como 2024. Además, los procesos de estabilización se han llevado a cabo con más intensidad desde 2022, regulados en la ley de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público que fue aprobada en diciembre de 2021. La norma persigue que la tasa de temporalidad del sector público, ahora anclada en el 32,8% ceda hasta el entorno del 8% de las plazas estructurales. El recorte de la tasa de temporalidad estaba previsto para el 31 de diciembre de 2024, algo que no se ha conseguido y que podría suponer a España sanciones por parte de Bruselas.

Personal laboral estancado

Aunque en los últimos dos años se observa una clara tendencia de aumento de los funcionarios de carrera y una disminución de los interinos y el resto de temporales; el personal laboral (que puede ser fijo o temporal) se mantiene desde hace más de 20 años entre los 600.000 y los 700.000 empleados.

Las cifras que muestran la lenta tendencia hacia la estabilización de las plantillas públicas indican que entre principios de los años 2000 y hasta enero de 2025, el número de funcionarios ha oscilado entre el mínimo registrado en 2005 (1.190.607) y el máximo, en 2012 (1.673.029). Antes de la pandemia este grupo de empleados públicos se había estancado en el entorno de 1,4 millones, pero en enero de 2024 pasó a superar los 1,5 millones; y un año después ha superado los 1,6 millones. Esto supone un incremento del colectivo del 12% en apenas dos años, frente a un incremento del número total de empleados públicos en el mismo periodo de tiempo del 2,2%.

El crecimiento intenso que han experimentado los trabajadores temporales, interinos fundamentalmente, en los últimos 20 años es el que explica que se haya disparado la tasa de temporalidad en el sector público por encima del 32%. De hecho, estos empleados eran alrededor de 350.000 a mediados de la primera década de los 2000 y veinte años después, tras un crecimiento constante para cubrir las plazas estructurales que se generaban, sobre todo en las comunidades y los ayuntamientos —porque no podían convocar para personal funcionario por motivos presupuestarios o de otra índole— llegaron a sumar un récord de 865.248 en enero de 2023.

Becarios y temporales de corta duración

En la cifras de 2023 también influyó que ese año el epígrafe de otro personal (en su mayoría de carácter temporal) experimentó un fuerte crecimiento de más de 200.000 personas al incorporar en el registro a empleados en formación o en prácticas. Y también a aquellos con contratos temporales de menos de seis meses de duración.

Sin embargo, el de los principales grupos de trabajadores temporales del sector público se ha invertido en los últimos tiempos y lleva dos semestres consecutivos descendiendo. Una dificultad para que ese número retroceda más rápido es el tiempo que pasa desde que se oferta una plaza hasta que se ocupa. Aunque en España se han convocado más de 513.000 plazas de estabilización desde 2022, solo se han ocupado 365.000 hasta la fecha, según las últimas cifras oficiales de Función Pública.

Y se suma que en muchos casos, lejos de amortizarse las plazas de interinos o convertirse en fijos a través de procesos de selección que respeten la igualdad, el mérito y la capacidad, como marca la Constitución, lo que hacen fundamentalmente comunidades y ayuntamientos es contratar más interinos. De ahí que el Gobierno, como adelantó EL PAIS este miércoles, esté preparando con las autonomías y las corporaciones locales cambios en la gestión de las plantillas públicas.