¿Cómo será el verano? Aemet apunta a más cálido de lo normal, “la nueva normalidad”

España está tan acostumbrada al calor extraordinario y sin tregua, día tras día y estación tras estación, que cuando llega una temporada en la que no lo hace, parece hasta fresca. Pero no lo ha sido. En contra de la opinión popular generalizada, esta primavera meteorológica, que acabó el 31 de mayo, ha sido “normal” en cuanto a las temperaturas, pero la tregua se ha acabado y la tendencia para el verano es a una vuelta a las andadas: probablemente será más cálido de lo normal, según el balance estacional y la predicción para el próximo trimestre hecha pública este viernes en rueda de prensa por Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

“Las percepciones no siempre se corresponden con la realidad y, a veces, chocan con los datos”, ha subrayado Del Campo. Así, las cifras ratifican que la primavera tuvo una temperatura media en la España peninsular de 12,7°, apenas tres décimas por encima de la media, es decir, “normal en general pero con matices”.

Por zonas, Del Campo ha detallado que sí fue cálida en el tercio noroeste peninsular, sur, este de Castilla-La Mancha y Levante, incluso muy cálida en zonas costeras y de Galicia y de Castilla y León. En el resto “el carácter fue normal, con áreas en las que fue incluso fría”. En Baleares fue muy cálida y en Canarias, fría.

Por meses, marzo fue muy frío, nueve décimas de grado por debajo de lo habitual. ”Fue noticia porque fue el primer mes con carácter muy frío en casi dos años, desde noviembre de 2021″, ha destacado Del Campo. Abril fue muy cálido, con 1,1° por encima, mientras que mayo equilibró la balanza al resultar normal, con una primera quincena fresca compensada por “un episodio extraordinariamente cálido, con récords de temperatura para ese mes y para la primavera en 10 observatorios de la red principal” a finales.

En ese episodio, ha recordado el portavoz de la agencia, se alcanzaron temperaturas “de plena canícula”, entre los que destaca Zaragoza, que batió en un grado su récord anterior. “Los récords superados son todos del siglo XX, lo que demuestra que los periodos cálidos a lo largo de todo el año, pero especialmente en primavera, son más frecuentes en los últimos años”, ha indicado el experto.

Haciendo un balance de las primaveras desde el comienzo de la serie histórica, en 1961, desde los años 90 se van acumulando las primaveras con temperaturas por encima del promedio normal. “La última con el promedio más bajo fue la del 2018, las siete posteriores han sido normales, cálidas o muy cálidas. Si esta última primavera hubiera ocurrido en el siglo XX, habría sido cálida”, ha contextualizado Del Campo.

En el capítulo de las buenísimas noticias, la primavera fue “muy húmeda”. “En algunas zonas llovió el doble de lo normal y en otras, el triple”, ha resumido Del Campo. Se recogieron 279 litros por metro cuadrado en la España peninsular, el 151% del valor normal. Fue la quinta más húmeda desde el comienzo de la serie y la tercera del siglo XXI. En Baleares fue húmeda y en Canarias llovió el doble de lo normal. Puesto en contexto desde 1961, hay “tal variabilidad que no hay una tendencia en cuanto a las lluvias”, al contrario de lo que ocurre con las temperaturas. “La cantidad de lluvia ahora es similar a la que teníamos a mediados del siglo XX”, ha indicado Del Campo.

La primavera fue “de más a menos en cuanto a las lluvias”. Así, comenzó con un marzo muy húmedo: 148,8 litros, el 251% de lo normal. Abril fue húmedo, con un 111% del valor normal y mayo fue normal. Por zonas, la España cantábrica se quedó al margen “porque predominó la llegada de borrascas atlánticas que entraban por el suroeste”.

En cuanto a los récords, marzo fue “excepcional en numerosas estaciones”, sobre todo en el centro y en el sur. Hasta 14 estaciones de la red principal tumbaron sus récords, entre las que sobresale el puerto de Navacerrada (Madrid), con 952 litros, que supera el máximo mensual de lluvia anterior por nada menos que 230. En Madrid Retiro se acumularon 418, “lo que suele llover en un año completo” y que supera el récord anterior por 120.

En lo que va de año, de enero a mayo, la situación es cálida, lo que convierte a este periodo en el octavo más cálido desde que hay registros. En lluvias, se rozan los 400 litros, el 11º año más lluvioso. “Con las precipitaciones de los últimos meses y tal y como veníamos anunciado, España ha dejado atrás a finales de mayo la sequía de larga duración ―precipitaciones a tres años vista―, pero es una salida por los pelos, muy incipiente, no hay que bajar la guardia nunca en el uso del agua con sentido común”, ha pedido Del Campo.

¿Y qué le espera a España en el verano meteorológico, que comenzó el 1 de junio ―el astronómico llegará el 20 de junio a las 22.51 hora peninsular―? El escenario más probable es el de temperaturas por encima del promedio normal en todo el país, con una probabilidad bastante alta, del 60%, que aumenta al 70% en el área mediterránea y en los dos archipiélagos.

Dándole la vuelta, la probabilidad de que sea más frío es apenas del 10%. “El último verano más frío de lo normal es de hace más de una década, de 2014. La nueva normalidad son los veranos más cálidos de lo normal″, ha lamentado. En cambio, “los modelos no se ponen de acuerdo” en cuando a las lluvias y hay “la misma probabilidad” de que sea normal, más lluvioso o menos de lo normal.

Junio está siendo potente en los termómetros, siguiendo la tendencia de finales de mayo, y a partir del día 18 llega el primer episodio de temperaturas más altas de lo normal del verano, aunque de momento la Aemet no lo considera ola de calor. “Los valores estarán entre 3° y 6° por encima de lo normal en general, incluso más en zonas del norte y del este. Viene calor en prácticamente toda la Península, con 35° o más generalizados a partir del miércoles y más de 38° a 40° en el sur, y va a ser duradero, ya podría aguantar toda la semana”, ha explicado Del Campo, que no ha descartado que se acaben cumpliendo los umbrales de intensidad para que sea una ola.

Por último, Del Campo se ha referido a la temperatura del Mediterráneo, donde la boya de Valencia ya ha superado los 25°, tres grados por encima de lo normal, lo que “no es de récord para junio, que está en más de 26° en 2022, pero sí muy alta”. Per se, no implica que haya a haber fuertes temporales de lluvia de otoño. “Para que los haya, tienen que producirse condiciones atmosféricas favorables, como la formación de una dana”, ha concluido Del Campo.