La biodiversidad como palanca en la estrategia empresarial

El Foro Económico Mundial calcula que la pérdida de biodiversidad en el planeta pone en riesgo a la mitad de la economía global, dada la dependencia de los negocios respecto a la naturaleza. Y, al contrario, el organismo destaca que las actividades de producción de alimentos, construcción, energía y minería representan el 79% del impacto que sufre el millón de especies amenazadas actualmente. Así, señala al sector privado como elemento esencial para restablecer los ecosistemas, estimando que es necesaria la inversión de 700.000 millones de dólares anuales (618.000 millones de euros) en iniciativas de apoyo al medio ambiente para revertir su degradación.

¿Cómo están actuando las empresas frente a este reto? En el caso de Naturgy, su responsable corporativa de Medio Ambiente y Responsabilidad Social, Nieves Cifuentes, explica que adoptan un enfoque preventivo: “Protegiendo la naturaleza desde el diseño de infraestructuras, la implementación de controles durante la vida útil y la provisión de fondos para el desmantelamiento”. Asimismo, y solo en 2024, han llevado a cabo 368 proyectos en materia de biodiversidad a escala internacional, incluyendo la restauración de 303 hectáreas de hábitats protegidos. En el país, colaboran en la rehabilitación de centros de recuperación, en la conservación del águila en Tarragona, y encabezaron la transformación de una antigua mina de A Coruña en el lago Meirama.

Resultados visibles

Encontramos un caso similar en la labor de la consultora de ingeniería Arup, que incluye la evaluación del impacto sobre la biodiversidad de proyectos de construcción. Como ejemplo, su participación en la promoción Madrid Nuevo Norte —anteriormente, Operación Chamartín—, y más concretamente en la elaboración de su marco director de paisaje. Unas directrices que, en palabras de Susana Saiz, total design leader de Arup en Europa, buscan “mejorar el valor ecológico del proyecto, incluyendo la protección y el fomento de la flora y fauna locales, la creación de zonas verdes y la gestión sostenible del terreno”.

Otra iniciativa es el proyecto Motor Verde de la Fundación Repsol, que aborda la reforestación de 70.000 hectáreas afectadas por incendios a la vez que favorece la recuperación de ecosistemas. Metas que impulsaron a Fujifilm España a unirse a esta causa, toda vez que “encajaban perfectamente con nuestros objetivos de reducir el impacto medioambiental y la huella de carbono”, asegura Salvador Luna, su responsable de Comunicación y Marketing Digital. No en vano, la compañía se encuentra en proceso de lograr la descarbonización completa de sus operaciones en 2040, con medidas como el uso de energía renovable o el reciclaje.

También la reforestación es una labor prioritaria en la estrategia de Konecta, firma de CX que está comprometida con la iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi) para la reducción de emisiones. “Promovemos actividades, voluntariados y alianzas con organizaciones para contribuir a la reducción de carbono, mitigar el calentamiento y fomentar la biodiversidad”, señala Anabel García, global head of climate change, risks & compliance de la enseña. Una muestra de dichas acciones fue la colaboración para paliar los efectos del incendio de 66.000 hectáreas —la mitad de las cuales clasificadas como de gran valor ecológico— en Zamora en 2022. O el apadrinamiento de más de un millar de árboles en León, Soria y Jaén.

El voluntariado es igualmente importante para los responsables de Intrum, la compañía de gestión de crédito que hace cinco años comenzó a realizar iniciativas de protección de la biodiversidad en España de la mano de Fundación Adecco y Fundación Randstad. “Estas organizaciones nos aportan experiencia y apoyo logístico a la hora de cumplir con nuestra responsabilidad con el entorno y llevar a la práctica nuestro compromiso con la sostenibilidad”, indica Víctor González, su director de Marca y Comunicaciones. Así, más de un centenar de los empleados participan en jornadas medioambientales que incluyen acciones como la limpieza de espacios naturales o charlas sobre biodiversidad.

Más sensibilización

Promover la sensibilización del cuidado de la biodiversidad es, precisamente, una de las labores de la Fundación Botín, que cuenta con el Observatorio del Agua como uno de sus programas principales. El director, Alberto Garrido, apunta a la creación de espacios de intercambio de conocimientos y colaboración entre expertos y representantes del sector privado —en forma de seminarios y coloquios— y a los Premios a la Gestión Sostenible del Agua que llevan a cabo como dos de las iniciativas que incentivan a las empresas a adoptar prácticas que beneficien a la biodiversidad. Sin olvidar la propia labor del think-tank, pionera en la investigación de la huella hídrica.

Y es que la conservación del agua y su entorno es uno de los compromisos que más impactan en el bienestar de las comunidades, como menciona José Salamanca, director general de España y Latinoamérica de UST, empresa de transformación digital con presencia en 30 países. Por eso, entre los logros de sus iniciativas medioambientales llevabas a cabo este año destaca la recuperación de más de 66 millones de litros de agua, que se suma a más de 24.000 árboles plantados y 100.000 plantas medicinales cultivadas. “El 80% de nuestra plantilla colabora en iniciativas de compromiso social e invertimos el 2% de nuestros beneficios en acciones con enfoque sostenible”, especifica Salamanca.