Ricky Rubio transforma su historia familiar en una marca de ropa solidaria y reivindicativa
El jugador de baloncesto, que perdió a su madre en 2016 a causa de un cáncer de pulmón, lleva años volcado en la concienciación y el desarrollo de proyectos para visibilizar la enfermedad. Ahora lanza 41/2002 para informar sobre un derecho que tienen los pacientes y que pocos conocen


“Se conoce antes una marca de moda que un derecho”. Bajo esta premisa nace 41/2002, una línea de ropa casual ideada por el jugador de baloncesto Ricky Rubio (El Masnou, 34 años) y que tiene un único objetivo: “Dar visibilidad a la Ley del Derecho al Paciente, para conseguir que los enfermos de cáncer de pulmón estén informados y puedan reivindicar su derecho de pedir un diagnóstico molecular que les permitiría un tratamiento totalmente personalizado”, explica la nota de prensa difundida este viernes 13 de junio.
Este no es un proyecto más para el deportista, es la continuación de una promesa que le hizo a su madre, Tona, antes de morir en 2016 a causa de un cáncer de pulmón diagnosticado cuatro años antes: ayudar a gente que sufre esta enfermedad y, en especial, a los niños. Por ello, en 2018 creó The Ricky Rubio Foundation, una entidad sin ánimo de lucro que impulsa proyectos de investigación para demostrar científicamente los beneficios del ejercicio físico en pacientes, desarrolla programas adaptados, promueve campañas para visibilizar el cáncer de pulmón y rompe el estigma que lo rodea.
41/2002 nace, además, con una misión clara y finita: dejar de existir el día que toda la sociedad conozca esta ley. Busca también ser una línea de ropa que sea referencia en la lucha contra el cáncer de pulmón. Por el momento, es una colección de siete artículos: tres camisetas, dos sudaderas, una bolsa de tela y un par de calcetines. Todos ellos tienen un elemento común: el color amarillo, escogido como símbolo de esperanza, de la luz al final del túnel y de “ese rayo de sol que ilumina la oscuridad del cáncer”, dice la nota de prensa. Es una colección de prendas básicas, concebida como el primer paso hacia una línea más amplia que, con el tiempo, incorporará colaboraciones con otras marcas, campañas y nuevos diseños.

Lo recaudado —sus productos cuestan entre 12 y 45 euros— se destinará íntegramente a la investigación y a la difusión de un derecho reconocido en España desde hace más de 23 años. Una vez se accede a la web de la marca, aparece un texto: “1.058 personas ya saben qué es la Ley 41/2002″. Deslizando un poco más, se puede leer otro mensaje: “Es el nombre de una marca, pero también el de una ley que te puede salvar si tienes cáncer de pulmón. Cuanta más gente la lleve, más gente la conocerá”.
“Es un movimiento que quiere ser disruptivo, que quiere molar, pero generar conciencia y dar a conocer el derecho de los pacientes a estar informados y a participar activamente en su tratamiento. El diagnóstico molecular es clave en el cáncer de pulmón, y la marca es una forma de visibilizarlo”, explica Rubio en la nota de prensa. Actualmente, este tipo de cáncer es el que tiene la mayor tasa de mortalidad de España (19,8%), según el INE. Este análisis permite, por tanto, conocer el ADN del tumor y así asignarle un tratamiento dirigido que actúe directamente sobre él.
La muerte de su madre marcó un antes y un después en la vida personal y profesional de Ricky Rubio. “Ese año estaba enfadado, culpaba a todo el mundo que tenía alrededor, culpaba al baloncesto, culpaba a todo. Me deprimí. Empecé a ver la vida de manera diferente, el baloncesto de manera diferente. No era capaz de salir adelante”, explicó en una carta publicada en 2019. A punto estuvo de abandonar el deporte, pero fue la promesa a su madre —ayudar a la gente con cáncer— lo que le hizo seguir adelante con ayuda de terapia.

Actualmente, el base se encuentra en stand by del baloncesto y centrado en su familia y su salud mental. Los rumores de su retirada definitiva del deporte suenan cada vez con más fuerza. Sobre todo, después de la publicación en Instagram que compartió el pasado 5 de junio: “Después de un año reflexionando sobre mi carrera y mi vida, me he dado cuenta de que si he llegado donde he llegado no es gracias a las asistencias que he dado, sino a las que he recibido. Esto no es una despedida, es un gracias a todas las personas que me han ayudado”.
El pasado mes de noviembre, concedió una entrevista al programa Sr. Wolf Podcast donde habló abiertamente de cómo fue la muerte de su madre: “Siempre piensas que no te va a tocar y me tocó muy de cerca... a la persona más importante de mi vida, a un referente. Nos puede pasar a cualquiera y los hábitos son claves en la prevención”. Y añadió: “Al final, no todo es tan bonito como nos lo pintan cuando somos pequeños y todos los cuentos acaban bien. La realidad es que hay momentos buenos y hay momentos duros”.
Todos sus caminos acaban en el mismo lugar: en aquella promesa que le hizo a su madre y que está cumpliendo al mismo tiempo que visibiliza a pacientes y familias. Cuidarse y cuidar a los demás es su prioridad actual.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.