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Volver a casa de tus padres cumplidos los 40: la crisis de la vivienda inspira a la ficción española

Los creadores de las series ‘Poquita fe’ y ‘Custodia repartida’ y el director de ‘Cinco metros cuadrados’ cuentan cómo casos cercanos les llevaron a incorporar a sus guiones la preocupación principal de los ciudadanos

Imagen del rodaje de la segunda temporada de 'Poquita fe'.
Héctor Llanos Martínez

La vivienda es un sueño imposible para los jóvenes españoles. Los precios suben el doble que sus salarios. En el caso de ciudadanos adultos, la brecha entre coste de hipoteca o alquiler y sueldos es también enorme, haciendo que el vivir de forma independiente sea cada vez más difícil también para ellos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es una cruda realidad que alimenta la ficción. Las plataformas de contenidos se llenan de series y películas españolas que hablan de la que es oficialmente la primera preocupación de los españoles desde diciembre pasado, tal y como señalan los barómetros mensuales del CIS.

La esperada segunda temporada de Poquita fe, la original comedia de Movistar + que combina absurdo y costumbrismo, va a abordar el asunto desde su propio punto de vista. Con su crisis de pareja aún por resolver, a Berta y José Ramón les echan del piso. La única alternativa que encuentran que se ajusta a sus posibilidades económicas está en su mismo barrio, pero no queda liberado hasta dentro de medio año. Así que durante ese tiempo y a pesar de estar en plena crisis de la mediana edad tienen que irse a vivir a casa de los padres de Berta. Poco después, la hermana de ella, también se instala en el sobreocupado piso familiar en esta nueva tanda de episodios que se estrenará durante este año.

Precisamente, los creadores de la serie, Pepón Montero y Juan Maidagán, viven en la misma casa desde hace décadas por culpa de una crisis de vivienda pasada. Lo cuenta el segundo a este periódico por videoconferencia. “En su día, se me acabó el contrato de alquiler. Fue con el paso de las pesetas a los euros. De repente, si yo antes pagaba 85.000 pesetas me dijeron que tenía que pagar 1.000 euros. Era justo el doble”, recuerda el guionista. Su compañero Pepón tiene una casa grande y en ese momento alquilaba una habitación, justo cuando les surgió hacer Camera Café. “Nos venía bien para trabajar. Mientras esperas a que se haga la verdura pues hablas sobre los chistes que se te han ocurrido”, comenta Maidagán desde San Sebastián, donde ha alquilado un local que ha “adecentado” para cuando va a visitar a su familia.

“Nuestra serie tira un poco de lo cotidiano. Y qué más cotidiano ahora mismo que el tema de la vivienda. Quién no tiene a nadie cerca diciendo que no encuentra nada, que está todo por las nubes, que se va a tener que ir a vivir, a tomar por saco...”, dice el creador de Poquita fe, quien avanza que esta temporada la comedia “tendrá mucho más veneno”. El guionista considera que “es una tragedia que le está pasando a mucha gente ya adulta, que no tiene otra solución al final que acabar viviendo de nuevo con su madre y con su padre”.

Asunto generacional

Lo que cuenta Maidagán es algo que ocurre en otra serie, Custodia repartida, de Disney+, que también ha renovado por una segunda temporada. Sus creadores, Juanjo Moscardó y María Mínguez, se inspiraron en un caso tan cercano como el de uno de ellos. En la ficción, Cris y Diego acaban de separarse de mutuo acuerdo. Pero ninguno de los dos se puede permitir vivir solo y cuidar de su hija pequeña. El trabajo de ella es muy exigente y él no tiene un salario fijo, así que ambos se ven forzados a mudarse de nuevo a la casa de sus respectivos padres.

“Aunque es un relato familiar, la crisis de la vivienda también es el epicentro de la historia. Porque en realidad esta serie nació cuando Juanjo se separó. Hablando, nos dimos cuenta de que una cosa que le pasó y le pasa a mucha gente es que muchos separados hoy en día vuelven a vivir a casa de los padres”, recuerda María Mínguez desde Valencia, otra ciudad con graves problemas en el ámbito de la vivienda y en la que ambos viven.

“Tienes 40 años y un hijo, y es como que choca”, confiesa Juanjo Moscardó, quien explica que vivió esa situación al mismo tiempo que otros amigos y compañeros de profesión. “Está claro que es algo generacional”, dice.

“Sí que es que, en muchas ciudades, ni con 2.000 euros de sueldo, ya casi le llega a una persona sola para vivir por culpa del alquiler o la hipoteca. Y cuando tienes hijos es más grave porque eso de compartir piso porque es un asunto un poco delicado”, argumenta ella. Por eso, desvela su compañero, decidieron construir comedia a partir de “lo absurdo que es todo, para reírse de lo cotidiano y de esta realidad social”.

Moscardó no vivió la situación como un drama. Se lleva bien con sus padres y esa vida compartida le sirvió para algo igualmente valioso: comprar tiempo hasta encontrar la casa adecuada. “Me costó mucho encontrarla. Estuve un año y pico buscando el piso ideal, que esté cerca de mi familia y cerca de familia de mi ex y que pueda pagarlo”, comenta. Un gag en Custodia repartida se inspira en esa situación, cuando el personaje de Cris ve que ponen un cartel de alquiler en un piso y en los pocos minutos que tarda a preguntar por él ya lo han reservado. “Al final, no solo te quedas con lo que puedas pagar, sino con lo que te dejen alquilar. No eliges donde vives”, lamenta el guionista. “Quizá la ficción no cambie las cosas, pero sí que ayuda a empatizar con otros. Igual tú no tienes esos conflictos, pero aprendes a ponerte en el lugar de otro. Y aprendes a intentar no ser parte del problema o si va a ser ya no serlo o mejorarlo”, defiende.

Moscardó vivía en Barcelona en 2014 y el Valencia de ahora le recuerda mucho a lo que presenció allí en su momento. “Empieza a haber muchísimo turismo. Y los alquileres pueden subir 300 o 400 euros en seis meses”, apunta.

Un problema permanente

En Barcelona vive el cineasta Max Lemcke, cuya película Cinco metros cuadrados programó recientemente La 2 en el programa Historia de nuestro cine. Puede verse a la carta a través de la plataforma gratuita RTVE Play y está en Prime Video. La cinta protagonizada por Malena Alterio y Fernando Tejero es de 2011, pero ya contaba lo difícil que era para una pareja de treinteañeros comprar una casa.

“En esa época, los guionistas de la película y yo [Pablo y Daniel Remón] trabajábamos mucho con cosas que ocurrían en la prensa. Fue cuando se pinchó toda esa burbuja inmobiliaria de toda la crisis que venía pendiente de finales del 2008″, recuerda también en conversación telemática.

La película, que arrasó en su momento en el festival de cine de Málaga, está ambientada en Levante. Álex y Virginia compran un piso, sobre plano, en las afueras de la ciudad. Con sus ahorros pagan la entrada y aceptan una hipoteca a 40 años. Cuando faltan unos meses para la entrega de la vivienda, precintan la zona y paran las obras.

“Nosotros encontramos un edificio que cumplía las características de lo que contaba el guion. Era un lugar que se había quedado a medio construir porque la promotora se había arruinado. Aquellos pisos nunca se entregaron y rodamos en él”, comenta el director.

Para Lemcke, el de la vivienda se trata del problema eterno de la sociedad española. Por eso, apunta, Cinco metros cuadrados se emitió en La 2 unida a El pisito, una película de los años cincuenta que ya hablaba de este asunto.

“Es un problema que se va enmascarando, se va poniendo parches, pero sigue y sigue”, lamenta. “Pero hay países en Europa que consiguen combatirlo. Debería haber solución. Yo recuerdo que mis abuelos vivieron en Madrid toda la vida de alquiler, porque el coste no suponía, como ahora, más de la mitad de tus ingresos, Y no se tenía esa ansia de tener que tener una vivienda”, explica.

Si volviera a rodar una ficción sobre la crisis de la vivienda, Lemcke asegura que en estos momentos contaría un relato mucho más duro. “Sería no mucho más realista, mucho más agudo. Hay casos gravísimos. El tema del turismo tendría que rondar en ese nuevo guion, porque ha complicado todavía más las cosas en este tiempo”, apunta.

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Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.
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